Es necesario y saludable manejar bien las pasiones que producen excitaciones. Por ejemplo, el joven con una fe radical no debe jugar al "amor" para conseguir relaciones sexuales. A las señoritas les aconseja que no propicien el ambiente y eviten cualquier cosa que provoque tentaciones. La señorita con una actitud radical aprende a no valerse de los pasiones sexuales para conseguir que la amen.
En los días que nos ha tocado vivir, Cartas a un joven tentado es un llamado oportuno. Hoy más que nunca es necesario que la juventud cristiana se proponga honrar el nombre del Señor a toda costa. La tentación no debe ser el obstáculo.
0
0 opiniones