Aunque la disciplina eclesial formó parte de la vida de la iglesia en el pasado, las iglesias dejaron de ejercerla gradualmente en el siglo XX. Pero Jesús la ordenó, Pablo la ejerció y las iglesias se han beneficiado de su práctica. Así pues, ¿por qué debemos ejercer la disciplina en la iglesia? Porque demuestra amor por la persona que está en pecado, por toda la iglesia, por los vecinos que no son creyentes y por la gloria de Cristo.
La serie Básicos para la iglesia está producida por reconocidos expertos en eclesiología que nos ofrecen recursos prácticos y de confianza en asuntos tales como la disciplina eclesial, la Gran Comisión, el bautismo, la Santa Cena, la autoridad de la congregación y el liderazgo de la iglesia. Los pastores agradecerán poder recomendar estos libros a los miembros de sus iglesias.
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