Enfocarnos tanto en nuestro cuerpo puede resultar muy peligroso, pero ignorarlo también lo es. Debemos entender que no "tenemos" un cuerpo, sino que "somos" nuestros cuerpos y Dios nos creó así con un propósito.
En este libro, el autor explica que todos fuimos creados de manera maravillosa y debemos considerar nuestro físico como un regalo. Él ofrece una guía bíblica para la vida, incluyendo cómo entender el género, la sexualidad y la identidad; cómo lidiar con el envejecimiento, la enfermedad y la muerte; y cómo considerar la esperanza futura que tenemos en Cristo.
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