En el ámbito cristiano, solemos entender por mayordomía la buena administración para con Dios de nuestras posesiones y, en especial, de nuestro dinero. Pero tales percepciones reflejan solo parcialmente el concepto de mayordomía que enseñan las Escrituras. En esta pequeña obra, el autor demuestra bíblicamente que la mayordomía cristiana debe abarcar todas las áreas de la vida del creyente: no solo lo que tenemos sino también lo que somos debe administrarse para la gloria de Dios. En otras palabras, se trata de una mayordomía total. La obra se divide en tres partes principales:
Bajo estos apartados, el autor desarrolla principios fundamentales que deben tenerse en cuenta, como, por ejemplo, la propiedad soberana de Dios y su señorío absoluto, para concluir con aplicaciones muy prácticas para nuestra vida cotidiana.
En definitiva, si quieres ser un buen mayordomo cristiano, aquí tienes un sencillo manual que te guiará en cuanto a los aspectos esenciales y prácticos de esta área tan descuidada de la vida cristiana.
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