¿Cuál será el destino terrenal del nacido de nuevo en Cristo? El sobreénfasis y la reducción del cristianismo al perdón de pecados han hecho olvidar a muchos creyentes que tienen el honor y el privilegio de servir como sacerdotes por un lado a Dios, y por otro a la humanidad.
Aunque el sacerdocio universal de todos los creyentes ha sido el sueño de Dios desde el principio, y a pesar de que este principio fue redescubierto durante la Reforma del siglo XVI, este sigue siendo un aspecto subdesarrollado en la gran mayoría de las iglesias cristianas.
Has-Claus Ewen en su tercer tomo de El creyente y la iglesia nos hace ver cómo cada cristiano puede encotender, aceptar y desarrollar su nueva identidad junto con su nuevo propósito en la vida. La movilización del potencial que reside en la vida de cada creyente en Jesucristo es uno de los desafíos, y realmente debería ser la principal meta de las iglesias del siglo XXI.
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