El equipaje de la vida ¿Le conocen por las maletas que se echa a cuestas?
Es probable que lo hiciera esta mañana. En algún punto entre su primer paso y el último para cruzar el umbral, usted tomó equipaje. Fue hasta el dispensador de maletas y cargó unos cuantos bolsos. Pero este dispensador no es la cinta transportadora del aeropuerto. Es la de la mente. Y las maletas que tomamos no son de cuero, sino de cargas: las maletas de la culpa, del descontento, de la ansiedad y de las tristezas. Añádase un maletín de perfeccionismo, el saco de la soledad y la bolsa de tela del temor.
No es raro que estemos tan cansados al final del día.
¿Hacia dónde podemos volvernos en busca de ayuda? ¿Qué le parece si consultamos a un viejo amigo, el Salmo 23?
Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.
"Aligere su equipaje" es un libro sobre el amor divino de Dios. En sus páginas, Max Lucado transmite el deseo amoroso de Dios para ser llamado en caso de necesidad. Con su gran sentido del humor, Lucado hace sus enseñanzas más fáciles de entender y divertido de leer. Con estos versos como guía, Max Lucado nos conduce a lo largo de un útil inventario de nuestras cargas. Nuestro deseo es que Dios use este salmo para recordarle que deje las cargas que nunca debió llevar. Max, Denalyn y sus tres hijas viven en San Antonio, Texas, donde pastorea la iglesia Oak Hills.
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