Transforme su fe básica y ordinaria en una fe madura, triunfante y extraordinaria
En la fe que mueve la mano de Dios, usted será llevado a desarrollar su potencial y su crecimiento espiritual a través de una fe que fortalecerá todas las áreas de su vida. El Espíritu Santo pondrá las bases para que reciba una fe invencible. El Señor le conducirá a un nivel extraordinario de fe, valor y confianza en Cristo.
La Escritura nos dice en Hebreos 12:2 "Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe..." Toda fe verdadera que mueve la mano de Dios a nuestro favor está centrada en Cristo y de allí fluye su Espíritu para los diversos aspectos y áreas de nuestras vidas. Es Su poder el que fortalece nuestra fe y nos lleva a madurar cada día en nuestro carácter por medio de pruebas espirituales o físicas.
La fe victoriosa mira más allá de las circunstancias del momento, y se aferra a lo que sucederá cuando es aplicada confiadamente sin vacilar en la Palabra de Dios. Este tipo de fe no titubea por las apariencias contrarias a lo que vemos sino que mira por la FE de lo que no vemos en el mundo espiritual. Esta fe no se basa en las derrotas aparentes cuando parece que todo irá a desmoronarse, sino cree y confiesa la victoria aunque no la ve en el mundo físico, pero cree que ya está hecho en el mundo espiritual.
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