¿Cómo debe ser la predicación que edifi ca a la iglesia y convierte al mundo? ¿Qué componentes debe tener? ¿Cómo han de ministrar los predicadores para que Dios sea debidamente honrado, Cristo sea verdaderamente presentado como Salvador, y las personas sean edificadas y reconfortadas?
Aunque no hay una respuesta absoluta a estas preguntas, si existen algunos principios importantes que es necesario tener presentes a la
hora de llevar a cabo este ministerio.
Este libro reflexiona sobre cómo debe ser la predicación para que alcance y transforme la iglesia y al mundo.
La predicación, a diferencia de otros discursos, no tiene la finalizar de eclipsar a las masas, sino que tiene como meta y objetivo llevar a las
personas a Cristo.
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