La humildad es la segunda cualidad de carácter que se menciona con más frecuencia en el Nuevo Testamento. Solo le antecede el amor. En una ocasión conté cincuenta menciones del amor, ya fuera por precepto o por ejemplo en el Nuevo Testamento; y conté cuarenta ejemplos de humildad. Considero que estas dos características son las piedras fundamentales del carácter cristiano. De una manera u otra, todas las demás cualidades se edifican sobre el amor y la humildad.
Sin embargo, muy pocas veces escuchamos mensajes o leemos libros sobre estos dos temas. Creo que es porque son temas intimidantes. Un maestro de la Biblia que sea honesto, ya sea al enseñar o al escribir, se da cuenta cuánto le falta para ser ejemplo de cualquiera de estas dos virtudes, por lo que somos renuentes para enseñar un tema en el cual se ha avanzado tan poco. Durante años me resistí a enseñar 1ª Corintios 13, que es el gran capítulo del amor, pero sentí aun mayor renuencia para decidirme a escribir sobre la humildad y mucho menos pararme algún día a decir: "soy una persona humilde".
Luego alguien me pidió que escribiera un breve artículo sobre las Bienaventuranzas, lo que me hizo estudiarlas por primera vez a profundidad. Así que al hacerlo pensé: estas expresiones del carácter cristiano son una descripción de la humildad en acción. Finalmente concluí que en ellas se encuentra una descripción objetiva, fuera de mí mismo, a la que puedo señalar y decir: "así se demuestra la humildad. Esta es la humildad en acción en la vida diaria".
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