¿La familia, un lugar de sanidad y crecimiento?
Esta es la pregunta que nos planteamos cuando vivimos en un tiempo en el que el núcleo familiar está cada vez más difuminado y borroso, y cuando cada día hay más inseguridades.
Justamente en esta época tan convulsa e incierta, es cuando se necesita redescubrir el lugar que ocupa la familia en el proceso de sanidad y crecimiento de cada ser humano.
Las que son sanas emocional, espiritual y socialmente, tienen más posibilidades de reproducir hijos sanos emocional y espiritualmente; porque aprenderán a resolver los problemas y esto desembocará en un crecimiento que afianzará la personalidad.
En este libro se dan las pautas innegables para que la familia tenga la capacidad de autoevaluarse, ser crítica consigo misma y busque las soluciones; no en el lamento de lo que no se posee, sino en la motivación de que el futuro puede ser distinto, cambiante y sanador.
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