Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos. - Santiago 5:16
En su libro de mayor venta, Lunes con mi viejo pastor, José Luis Navajo abordó el síndrome "burnout" mediante la experiencia de un joven pastor profundamente abatido y a punto de abandonar el ministerio. En este nuevo título, con su estilo magistral de contar historias, ofrece un camino de esperanza a los líderes que puedan sentirse aislados, con problemas o encadenados a pecados ocultos.
¿Por qué quedamos tan sorprendidos cuando las noticias revelan que sorprendieron a un líder cometiendo pecado?
Nos sobrecoge un estado de shock cuando oímos que un influyente líder se quitó la vida justo cuando creíamos que tenía todo bajo control.
Demasiados ministros temen que, si confiesan un pecado o sacan a la luz un problema, perderán su trabajo e influencia. Hemos concebido la idea de que mostrar vulnerabilidad nos restará autoridad. Así, en lugar de buscar ayuda, muchos se aíslan e intentan superar estos desafíos por sí mismos, lo que solo les conduce a un fracaso más profundo, más frustración y vergüenza. Porque cuando uno está con su dolor a solas, está en mala compañía.
En estas páginas, encontraremos un personaje con el que nos identificaremos y que nos acompañará a superar miedos y adicciones. Todos necesitamos de un grupo de personas de confianza que puedan ayudarnos a prevenir la caída, o, si ya hubiese ocurrido, comenzar el proceso de curación y restauración.
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