Cuando Agustín entregó el liderazgo de su iglesia en 426 a.C., su sucesor se encontraba tan abrumado por la conciencia de su incompetencia que declaró «El cisne guarda silencio», temiendo que la voz del gigante espiritual se perdiera en poco tiempo. Pero por 1,600 años, Agustín no ha guardado silencio, ni tampoco lo han hecho los hombres que fielmente han tocado la trompeta por causa de Cristo después de Él. Sus vidas han inspirado cada generación de creyentes y nos impulsan a tener una mayor pasión por Dios.
John Newton, Charles Simeon y William Wilberforce sufrieron una constante oposición y perseveraron por la causa de la verdad del evangelio, el celo misionero y la justicia política. Ellos encontraron en la doctrina sólida y en el gozo humilde las fuertes raíces para responder a sus adversarios con ternura, sin comprometer la verdad doctrinal ni la moral.
En este tercer libro de la serie Los cisnes no guardan silencio, John Piper considera la vida de estos tres hombres, y se enfoca en cómo ellos no solo soportaron gran oposición, sino que lo hicieron con gozo y sin amargura. Sus vidas son un ejemplo de correr con paciencia la carrera que tenemos por delante, y nos animan al entender que es posible vencer los obstáculos en nuestro caminar.
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